Endocrinología Pediátrica y Nutrición. Medcapital Health and Business Center.

DE. PROF. 6474920 – Cert: 716-17/22
Fotos: Antonio Escamilla.

En plena era de las redes sociales han surgido una infinidad de opiniones que, en la mayoría de los casos, no tienen suficiente sustento científico en muchos de los temas que se abordan y, hablando de salud, tienden a ser radicales en muchas de sus opiniones o recomendaciones.

Procesar y filtrar tanta información, y poder discernir que la fuente sea confiable, es sumamente un reto para la sociedad actual y, a veces, terminamos convencidos de lo que dice un reportaje, una opinión y demás, basados en cuántos seguidores posee, si es convincente, si es famoso, etc., dando credibilidad a las aseveraciones que se realizan de un tema en particular, si esto ya es tendencia muy marcada por las redes sociales y el estándar de cómo se está moviendo la información en el mundo actual.

Es por lo que me gustaría aclarar siete mitos y realidades sobre alimentación, que circulan en redes sociales:

Mito 1: “Los carbohidratos y los azúcares generan obesidad, resistencia a la insulina y diabetes. Son la causa de las múltiples enfermedades de la humanidad”.

Realidad. Son fuentes de energía y aportan excelentes nutrientes benéficos para la salud, lo importante es conocer los diferentes tipos de carbohidratos, su fuente, su valor e importancia alimenticia; así como, diferenciar- los de los azúcares procesados y, cómo y cuánto tenemos que comer de estos macronutrientes tan importantes.

Mito 2: “Las carnes rojas son inflamatorias y dan cáncer de colon”

Realidad. Ciertamente tienen una asociación fuerte con procesos inflamatorios y cáncer; sin embargo, seleccionándolas y combinándolas adecuadamente, pueden ser más benéficas que perjudiciales, por lo que no es necesario eliminarlas y su moderación dependerá de tus factores de riesgo, edad y antecedentes.

Mito 3: “Las grasas saturadas son malas”.

Realidad. Son muy importantes para la salud y forman parte de muchos procesos energéticos, de absorción de nutrientes, reparación celular y anti-inflamación; sin embargo, en cantidades altas y en combinación con carbohidratos en exceso, se pierden esos beneficios y es donde pueden jugar un papel muy importante en enfermedad cardiovascular y metabólica.

Mito 4: “Las frutas son perjudiciales, igual que el azúcar, porque activan la insulina y elevan los triglicéridos”. Realidad. Si bien las frutas son ricas en fructosa, son fuentes excelentes de energía, fibra y micronutrientes importantes para la regulación metabólica, que no tienen punto de comparación con extracción industrial de jarabes de maíz (alta fructosa) u otros azúcares industrializados, sólo tenemos que saber racionar y variar la ingesta, sobre todo en pacientes que ya tengan alteraciones metabólicas o diabetes mellitus. La activación de la insulina es un proceso natural que debe de ocurrir para regular el metabolismo de los carbohidratos y su utilización como fuente de energía, lo cual es muy diferente a la resistencia a la insulina.

Mito 5: “Los edulcorantes ayudan al control de peso y metabólico”

Realidad. La evidencia ha demostrado que los edulcorantes artificiales pueden alterar la secreción de insulina aún en personas sin resistencia a la insulina y se han asociado a cáncer e incluso al aumento de peso, por lo que están en desuso en muchas guías médicas.

Mito 6: “El huevo eleva el colesterol”

Realidad. Las dislipidemias van más allá de solo la elevación del colesterol, es un proceso complejo y la ingesta de huevo, aún de manera diaria, no está asociado al aumento del colesterol LDL, que es más aterogénico (malo), sino todo lo contrario, parece tener un efecto cardioprotector y una excelente fuente de proteína de alto valor biológico.

Mito 7: “Los aceites vegetales son los mejores para la salud”

Realidad. Los aceites vegetales en general no deben de usarse debido a sus altos procesos químicos de producción, por lo cual resultan sumamente inflamatorios y se han asociado directamente con la elevación de colesterol LDL y enfermedad cardiometabólico. Son la excepción aceite de olivo, aceite de aguacate y aceite de coco; sin embargo, se debe aprender de sus particularidades y diferencias, para su uso correcto y beneficios para la salud.

No es el propósito de este artículo atacar a las redes sociales, ya que, a través de ellas podemos entender el pensamiento actual de la sociedad y sus inquietudes, pero sí de invitar a la reflexión y el análisis profundo de quiénes son las personas capacitadas para poderte guiar en cómo mejorar tus hábitos de alimentación, con la finalidad de realizar diagnósticos reales y no llevar verdades a medias que no terminan nunca de satisfacer tus necesidades originales y por ende, no se ven muchas veces reflejadas en la mejora de tu salud y estilo de vida.

Dejemos de pensar que en el mundo todo es un complot o que todo está manipulado, creo que la ciencia médica en general es noble y la gran mayoría de los profesionales de la salud buscan el bienestar de las personas a las que sirven; sin embargo, tenemos que buscar la excelencia académica que nos pueda brindar mayor certidumbre y respuesta a muchos de los problemas en salud que hoy vivimos. ¡Come saludable y sé feliz!

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