Por: Pamela Cuevas, Coach Organizacional.

 Ver el brillo a través de la mirada del otro, elegir rosa o azul, sonreír y contagiar; tan sólo con un gesto, abrazar, acariciar, sostener con una mirada una emoción; incluso, según estudios, el vivir entre 5 o 10 años más, son algunas de las cualidades de la mujer. Compartir la naturaleza femenina con todo ser que se sienta parte de ésta hermosa sensación, es un hermoso regalo, el poder expresar al mundo nuestra sensibilidad, desde la sensualidad, la delicadeza y la fortaleza que nos acompaña. Considero que la oportunidad que nos ha brindado la vida de ser mujer nos catapulta a conectar con el mundo, a la empatía y a la facilidad de construir comunidades inclusivas, con sentido de pertenencia y bienestar.

En México, de acuerdo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP):
– 3 de cada 5 PyMES son lideradas por mujeres.
– 31% de las mujeres tienen un cargo de alta dirección. – 99 de cada 100 mujeres que solicitan un préstamo para emprender pagan la totalidad de su adeudo.

Estas cifras nos hablan del compromiso, dedicación y liderazgo de la mujer; sin embargo, la discriminación hacia las mujeres continúa. En 2019, el INEGI reportó que el 58% de las mujeres habían sufrido algún tipo de discriminación.

¿Habías escuchado sobre el término “techo de cristal”?

Este término popularizado en la década de los ochenta por la escritora Gay Bryant, nos habla de una barrera invisible que impide que las mujeres den el siguiente paso a esferas de liderazgo. Por lo que emprender, se ha vuelto una de las mejores opciones para mujeres que buscan independencia económica o nuevas oportunidades laborales.

Si hoy tu sentir está en el emprendimiento o en la reconstrucción de tu percepción laboral, sea cual sea, te comparto 5 puntos que podemos practicar para romper con todo “techo de cristal” que se nos presente:

1.- Se la autora de tu propia historia. Atrévete a innovar cada día en tu empresa o en la de alguien más, comunicarlo es tu llave al siguiente nivel.
2.- Visualiza la meta y disfruta lo más importante: el camino. Puede cambiar “n” veces, “fracasar es parte de hacerlo”, sigue viendo hacia dónde vas “focus”.

3.- Cuida de quién te acompañas. Hay quienes te restan o suman energía, elige bien.
4.- Abraza toda transformación. Provócala antes que su- cedan los cambios.

5.- Lidera colaborativamente. No estás sola, saberlo es de grandes.

Si sientes que el mundo está en tu espalda, acompáñate de quien te inspira, si dejas de inspirarte vuelve a conectar y busca una vez más tu inspiración, hacerlo nos regresa a nuestro centro, nos regresa el sentido de la vida y nos regala una vez más la oportunidad de soñar, de elegir, de vislumbrar nuestro propósito. He sentido la presión en mi ser, saber que estoy así es el primer paso, sólo es cuestión de despertar a mi presente, concientizar quienes me rodean, restaurar con ello mi inspiración, regresar al centro, y ver mi “para qué”, éste que tal vez no tiene ni descripción, ni título, ni nombre, sólo “sentir” que está ahí; y así, estar al servicio de algo más grande que nosotros mismos y conectar con lo invisible.

Despierta cada día sabiendo que … #SentirNoEsElección, pero provocar sensaciones sí lo es.

“Logra tus sueños MUJER y rompe con todo techo de cristal”