Por: Rosela Abaroa Garrido, Psic. Clínica y Organizacional / Foto: Antonio Escamilla.

Ahora que estamos pasando la mitad del año es un buen momento para reflexionar sobre las metas que estableciste a principios de año, ¿cómo vas?, ¿cuáles has alcanzado?, ¿Cuáles siguen en el cajón del “después”? Cada día, sin importar la fecha, representa una nueva oportunidad para emprender proyectos, como si fuera el año nuevo o un día especial. Este es el momento indicado para dar inicio a nuevas iniciativas; considera esto como una señal.

Con frecuencia, el comienzo suele ser la parte más desafiante. Puede ser que tengas miedo a dar ese paso a nuevas responsabilidades, a hacer el ridículo, a salir de la zona de confort y aventurarte a lo desconocido. Algo que nos puede ayudar a animarnos a dar ese paso, es visualizar todo el proceso como una oportunidad de aprendizaje, si desde un inicio pensamos en lo incómodo o aquello que podría parecer una pérdida como una forma de crecimiento, ya estás ganando.

Pero ahora, ¿por dónde empiezo?

1. Haz una lluvia de ideas, un moodboard o un vision board sobre el proyecto que tienes en mente. Permítete que la creatividad tome lugar, permítete soñar y dejar la imaginación correr. Una vez que lo dejes escrito ya sea en papel o en digital, vamos a poner orden.

2. Divide el proyecto/objetivo en partes medibles, alcanzables y reales. Por ejemplo, si tu objetivo es correr un medio maratón piensa, de acuerdo a tu condición física y experiencia, el tiempo que puedes dedicarle a la semana a los entrenamientos, los kilómetros que vas a recorrer y cómo vas a llevar registro de estos. Cuando establecemos metas que exceden nuestras capacidades y requieren de un sobreesfuerzo, es muy probable que uno se frustre y decida rendirse a mitad del camino. Pero cuando escogemos objetivos que son ligeramente más demandantes de nuestras habilidades y conocimientos las personas se mantienen motivadas por un periodo de tiempo más largo. Es mejor ir un paso a la vez, que querer correr todo el camino sin preparación previa.

3. Establece una fecha. “Un objetivo sin una fecha es solo un sueño”. Una vez que dividas tu proyecto en objetivos a corto plazo, ponles una fecha para alcanzarlos e intenta no moverlas. Esta es una excelente forma de generar compromiso y constancia.

4. Celebra los pequeños éxitos. No esperes hasta llegar al objetivo final para ir celebrando las pequeñas grandes victorias. Ya sea, haber ido un día al gimnasio por 20 minutos, correr 2 km, ahorrar el dinero que tenías pensado, conseguir el local que tenías en mente o crear una cuenta para redes sociales. No importa que tan grande o pequeño, ya es un paso más cerca de alcanzar tu objetivo. Reconocer tu esfuerzo te va a ayudar a motivarte para alcanzar tu objetivo final.

Si estás buscando más inspiración para comenzar un proyecto, llevar un estilo de vida más sano o crear hábitos nuevos, te recomiendo el libro “Hábitos atómicos”, de James Clear. Es un libro, fácil de leer, que te explica de manera sencilla los pasos a seguir para alcanzar los objetivos que tienes en mente.

Facebook: Observa tu mente

Instagram: @observatument

[email protected]