Por: José María Enríquez, Psicólogo infantil / Foto: Antonio Escamilla.

Cada vez, es más frecuente observar en restaurantes, centros comerciales, parques e incluso, en el interior de varios hogares, un incremento en el uso indiscriminado de pantallas electrónicas, de tabletas y celulares en niños de todas las edades para que, literalmente, permanezcan “tranquilos, calmados y en paz”.

Incluso, se menciona que hoy en día es parte de nuevas habilidades digitales, con las que han nacido los menores, ya que manifiestan destrezas impresionantes para manejar astutamente cualquier tecnología, por lo cual es común darse cuenta cómo les resulta más rápido y fácil de aprender, que lo que tardaría un adulto en dominar el manejo de un equipo electrónico.

Si su niño se muestra de malhumor o disgustado cuando no tiene el celular o la tableta y se tranquiliza mágicamente cuando tiene el dispositivo en su poder, es un buen momento para empezar a regular su uso.

Como todos sabemos, los excesos siempre son malos y el reto comienza cuando los niños se pierden horas en la tableta, maravillados con el contenido atractivo que les proporciona, creando una dependencia que, en ocasiones, los lleva a una adicción a los dispositivos, generándoles una necesidad de uso constante que determina su grado de tranquilidad y limita su capacidad de entretenerse en juegos simbólicos o imaginativos.

Para evitar que esta situación siga avanzando y se convierta en un problema con los niños, te damos algunos tips para prevenirlo:

•Hacer diariamente, mínimo 15 minutos, una actividad con tu hijo que se convierta en un momento especial de juego o convivencia libre de aparatos tecnológicos, donde puedan echar a volar su imaginación y hacer algo creativo.

•Ser congruentes, si queremos limitar el uso de dispositivos electrónicos en los niños, tenemos que regular nuestro propio uso excesivo del celular y evitar mostrarles que el adulto si lo puede utilizar, pero el menor no, es importante actuar con el ejemplo.

•Utiliza reglas con la frase: “primero y luego”; por ejemplo, “primero haces la tarea y luego ocupas el celular”; “primero recoge tus juguetes y luego usas la tableta”.

•Elogia al niño por sus intentos de no utilizar la tableta y por ocuparse en otras actividades; por ejemplo, “me encanta cuando juegas con tus juguetes”, “muchas gracias por divertirte conmigo en la resbaladilla del parque”.

•Ante rabietas o insistencias cargantes por ocupar la tableta, es importante no engancharnos con esos comportamientos y evitar darles el equipo, intenta esperar a que se calme y posteriormente desviar la atención hacia otra actividad placentera.

Mantenga a su hijo ocupado con actividades extraescolares que le permitan divertirse y aprender del contacto social con los demás.

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