Por: P. Juan Antonio Torres, L.C

Un análisis antropológico señala que, las personas exitosas en los diversos ámbitos de la vida (matrimonio, familia, trabajo, amistades, etc.), por lo general, reúnen diez cualidades. Cinco personales (cómo son) y cinco de relación (cómo tratan a los demás).

Estas diez cualidades son las características de lo que podría denominarse una persona exitosa.

Pero antes, hay que aclarar bien los términos. Una persona exitosa no necesariamente es la que aparece en las portadas de las revistas, en la televisión o en los espectáculos. Las apariencias pueden ser engañosas. No siempre esas personas de escaparate son plenas y felices.Una persona exitosa es aquella que desarrolla al máximo sus propias capacidades y que ejerce su liderazgo para ayudar a las necesidades de las demás personas. Eso es el éxito.

La persona verdaderamente exitosa es feliz y hace felices a los demás.

Características de las personas exitosas:

Cualidades personales:

1.Humildad.

2.Fuerza de voluntad.

3.Ideales elevados.

4.Dominio de sí.

5.Búsqueda de la excelencia.

Cualidades relacionales:

1.Inflexibilidad en los valores, pero interés sincero por la gente.

2.Claridad en relación con sus valores y objetivos.

3.Sabe escuchar, comprender. Evita el autoritarismo.

4.Experto en delegar. Evita hacer todo por sí mismo.

5.Descubre y desarrolla los talentos de su gente y la promueve.

Este podría ser el sueño de todo padre y madre de familia; lograr que su hijo reúna estas cualidades sería asegurarle su futuro, después de una larga inversión en tiempo y recursos, dentro de lo humanamente posible.

¿Cómo hacer que estos sueños se conviertan en realidad?

Jim Collins, renombrado investigador del mundo empresarial, afirma que “el éxito no está determinado por las circunstancias. El éxito llega, en gran medida, como fruto de una elección consciente y de disciplina”.

En la tarea de la educación de los hijos se puede decir lo mismo.

Los sueños ideales no llegan por generación espontánea. Hay que trabajar para que el futuro imaginado se convierta en un presente tangible. Vamos a repasar cada una de las cualidades ideales enumeradas arriba y a hacer el recorrido mental de las acciones que llevan a esas metas.

Cuando tengamos bien diseñado el mapa, nuestras acciones serán más coherentes y mejor orientadas. Nos darán mayor probabilidad de llegar al futuro deseado para los hijos.