Vía: BBC MUNDO

Aunque hay reportes de daños significativos en la nación insular de Tonga, en el Pacífico Sur, tras la masiva erupción volcánica que provocó un tsunami el sábado, los problemas de comunicación han impedido obtener una imagen completa de la situación.

Las autoridades no han confirmado ninguna muerte, pero las comunicaciones están paralizadas, lo que dificulta establecer la escala de la destrucción.

Pero una mujer británica, Angela Glover, murió después de ser arrastrada por las olas, según confirmó su hermano.

A más de 10.000 km de distancia de la erupción, dos personas se ahogaron en una playa del norte de Perú.

La policía peruana informó que en una playa conocida como Naylamp, en la provincia de Chiclayo, en el norte del país, dos mujeres fueron superadas por “oleaje anómalo” el sábado y se ahogaron.

La policía describió la playa como “no apta para bañistas”, pero no quedó claro si las mujeres estaban en el agua cuando golpearon las olas.

En la propia Tonga se cree que hasta 80.000 personas pueden haber resultado afectadas por el evento, le dijo a la BBC la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC).

Internet y las comunicaciones telefónicas en la isla son extremadamente limitadas y las áreas costeras periféricas permanecen aisladas.

“Se han informado daños significativos a lo largo de la costa occidental de Tongatapu, incluidos los centros turísticos y la zona costera del norte de Nuku’alofa”, publicó en Facebook la Alta Comisión de Nueva Zelanda en Tonga, refiriéndose a la isla principal de Tonga.

“Queda una gruesa capa de ceniza en Tongatapu”, agregó.

En particular, hay mucha preocupación sobre la situación en las islas exteriores remotas.

La Fuerza de Defensa de Nueva Zelanda tuiteó que un avión había partido hacia Tonga para “ayudar en una evaluación de impacto inicial del área y las islas bajas”.

Katie Greenwood, de la IFRC en Fiyi, dijo que se necesitaba ayuda con urgencia.

“Sospechamos que podría haber hasta 80.000 personas en Tonga afectadas por la erupción en sí o por la ola del tsunami y la inundación como resultado de la erupción”, dijo.

“Eso fue un shock para la gente, por lo que tenemos cierta preocupación por esas islas exteriores y estamos muy interesados en saber de la gente”, agregó.

Los residentes locales dicen que Tonga parece “un paisaje lunar” tras haber sido cubierta por una capa de ceniza volcánica.

El polvo está contaminando los flujos de agua y ahora mismo el agua fresca se ha convertido en una necesidad, según Ardern.

Las organizaciones benéficas declararon que la ceniza y el humo habían llevado a las autoridades a pedir que los habitantes beban agua embotellada y usen mascarillas para proteger sus pulmones.

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