Ahora que la creación de Bonnie Tyler y Jim Steinman cumple 40 años, ¿qué hizo de esta melodramática canción sobre el amor obsesivo un gran éxito mundial que perdura hasta el día de hoy?

Un día de verano de 1982, el vocalista canadiense Rory Dodd fue convocado al estudio de grabación Power Station de Nueva York para prestar su voz a una canción que había sido escrita y producida por su colega y amigo Jim Steinman para la cantante galesa Bonnie Tyler.

“¡Jesús! ¿Dónde está el fregadero de la cocina?”, gritó Dodd cuando escuchó la asombrosa mezcla final de la canción.

La canción era Total Eclipse of the Heart.

Lanzada hace 40 años, en febrero de 1983, esta aria gótica se convirtió en un éxito internacional sin precedentes que traspasó los límites del melodrama en la música pop.

Encabezó las listas de Reino Unido, desbancando a Billie Jean de Michael Jackson, se convirtió en un éxito aún mayor en EE.UU., y se catapultó al número uno en varios países.

Tyler era una candidata poco probable para dominar de esta forma las listas, ya que su carrera se había estancado desde su éxito de 1977 It’s a Heartache.

Impresionada por el trabajo que Steinman había hecho componiendo y produciendo el álbum Bat Out of Hell (1977) de Meat Loaf, Tyler pidió a CBS Records que el compositor colaborara con ella en su siguiente álbum.

La compañía discográfica pensó en ese momento que estaba loca“, le dice Tyler a BBC Culture. “Jamás de los jamases pensaron que esto saldría”.

Pero Steinman accedió a trabajar con Tyler, ya que escuchó un potencial sin explotar en su voz, que comparó con el poder áspero de la de Janis Joplin

Steinman ha descrito Total Eclipse of the Heart como un “delirio” sobre el lado más oscuro y obsesivo del amor y como “un exorcismo con el que puedes bailar”.

La canción se considera una de las power ballads (baladas poderosas, también conocidas como “lentos”) más icónicas de la historia, y a menudo ocupa un lugar destacado en las listas retrospectivas junto con títulos de siempre como Alone, de Heart; Faithfully, de Journey; y I Want to Know What Love Is, de Foreigner.

Es fácil entender por qué: la versión larga de la canción son siete minutos de grandilocuencia sin límite.

Dodd, que ofrece las inquietantes partes vocales en las que canta turn around (“da la vuelta”), describe la unión de su lastimero tenor con el aullido ronco de Tyler como “La bella y la bestia”, pero al revés.

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https://www.bbc.com/mundo/noticias-64749794