Por: Bertha Hernández, Cosmetología y Cosmiatría Médica. 

La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo; tiene una superficie aproximada de 2 m., pesa alrededor de 4kg. y un espesor de 2 mm., alrededor de nuestra vida mudamos aproximadamente 19 kilos de células muertas.

Es el único órgano que está constantemente abierto al exterior, a lo largo de nuestra vida y como sus parientes, el cabello y las uñas, reflejan nuestra salud física, mental y emocional. Protegerla contra agentes externos y cuidarla correctamente es esencial para mantenerla sana y jovial. Con el descuido o cuidados inadecuados, provocamos un envejecimiento prematuro y el error más grande es esperar a tener 40 años o más para empezar a cuidarla, nuestra piel tiene memoria y se refiere a pequeños daños acumulativos que, con el tiempo, se traducen en signos molestos para la estética de nuestra piel y, tarde o temprano, nos cobra la factura.

La piel es como una faja elástica, de joven es firme y tersa, pero con el paso del tiempo se relaja y arruga. Nunca es demasiado temprano para empezar a cuidarla, pues el aspecto de la piel delata la edad o estilo de vida que se lleve.

Algunos errores que cometemos con nuestra piel:

•Esperar a llegar a una edad madura para empezar a cuidarla.

•Creer que la solución para nuestras imperfecciones está en cubrirlas con capas y capas de maquillaje, cuando que esto, solo lo hace más evidente.

•Comprar cosméticos y cosmecéuticos (cremas) inadecuados para nuestro tipo de piel y problemáticas que presente. Por eso es sumamente importante que un especialista cuide de ella, porque es quien sabe las necesidades de los diferentes tipos de piel.

•Considerar una cirugía plástica como la solución al problema; cuando muchas veces la cirugía solo se enfoca al lifting o modificar aspectos de nuestro rostro que no nos gustan, pero ¿y la calidad de la piel?

Nosotros somos un regalo y la piel nuestra envoltura.

¿Y tú, qué tanto te cuidas y preocupas por ella?

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