Por: Rosela Abaroa Garrido, Psicóloga.
La amistad, algo tan cotidiano y valioso, puede volverse un desafío a medida que pasan los años. En muchos casos, las conexiones que formamos en nuestra juventud se fortalecen con el tiempo, mientras que construir nuevas amistades en la adultez se convierte en un reto mayor.
Pero, ¿qué es un amigo? La amistad es una relación interpersonal que surge por elección libre. Se caracteriza por el afecto, la confianza, el respeto y el apoyo mutuo. Es el vínculo con quien compartes experiencias, emociones y momentos significativos. En esencia, la amistad es recíproca: implica dar y recibir apoyo emocional, tiempo y atención de forma equilibrada. Además, se nutre de la empatía al buscar comprender y validar al otro, fomenta la autenticidad permitiéndote ser tú mismo sin temor a ser juzgado, y tiene la capacidad de trascender el tiempo y la distancia.
La importancia de formar amistades
Mantener relaciones cercanas tiene beneficios significativos. Las personas con vínculos fuertes tienden a experimentar mayor satisfacción con la vida, presentan menores tasas de depresión, viven más años y tienen menos probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares. La amistad, entonces, no solo alimenta el alma, sino también protege nuestra salud física y mental.
Sin embargo, uno de los principales retos para formar amistades en la adultez es la creencia de que estas surgen de manera orgánica, sin esfuerzo. Para que una amistad florezca, son necesarios tres elementos: cercanía, interacciones repetitivas y vulnerabilidad. Estos componentes crean un espacio propicio para la honestidad y la conexión genuina.
Cómo cultivar amistades saludables y sostenibles
1. Busca personas que compartan tus valores
Rodéate de individuos que compartan principios y objetivos similares a los tuyos.
2. Toma la iniciativa
Ve a lugares donde puedas conectar con personas con intereses comunes. Unirte a talleres, clubes o actividades grupales es una excelente manera de ampliar tu red social.
3. Conecta de manera intencional
Muestra interés genuino por los demás. Una forma sencilla de empezar es preguntando: “¿Tienes algún proyecto en el que estés trabajando últimamente?”.
4. Aumenta la frecuencia de tus encuentros
Es más fácil formar vínculos en eventos recurrentes donde puedas interactuar regularmente, como clases semanales, actividades deportivas o reuniones comunitarias.
5. Explora un hobby o profundiza las relaciones existentes
Puedes fortalecer lazos con personas que ya forman parte de tu vida cotidiana, como vecinos o compañeros de trabajo.
6. Crea un grupo con propósito
Organiza actividades que fomenten la conexión, como cenas, clubes de lectura o reuniones mensuales. Por ejemplo: “¿Qué les parece juntarnos una vez al mes para compartir una lectura?”.
7. Permítete ser vulnerable
Comparte tu mundo interno: lo que piensas, sientes y deseas. También puedes formular preguntas profundas como: “¿Qué es lo último que has aprendido sobre ti mismo?” o “¿Cuándo fue la última vez que te sentiste completamente feliz?”.
8. Expresa tu aprecio
Haz saber a tus amigos lo que valoras de ellos. Un simple mensaje como: “Vi esta película y me recordó a ti” puede fortalecer la conexión. Demuestra que están en tus pensamientos.
Cultivar amistades en la adultez requiere intención y esfuerzo, pero los beneficios emocionales, sociales y físicos hacen que valga la pena. La amistad nos ofrece un refugio emocional, un espacio para crecer y la certeza de que no estamos solos en el camino de la vida.
Así que, ¿qué tal si hoy das un pequeño paso para conectar con alguien? Un mensaje, una invitación o simplemente un momento de escucha pueden ser el inicio de una amistad significativa.
¡Atrévete a cultivar estos lazos!
Redes sociales:
FB e IG: @observatumente
Cel. 229 133 39 34
Related posts
DE ACTUALIDAD
