Por: Pamela Cuevas, Coach Organizacional

Seguramente si has tenido la oportunidad de ver la película Ratatouille, recordarás una de las escenas más representativas, el momento en que el personaje principal, Remy, un ratón con un extraordinario sentido del olfato y gusto, utiliza los sabores de un plato de ratatouille para revivir recuerdos y emociones de la infancia. En la película, “Anton Ego” es un crítico de comida extremadamente escéptico que tiene un poderoso sentido del gusto y un papel importante en la trama de la película. Su experiencia gustativa al probar el plato de ratatouille que Remy, el protagonista, prepara para él es un momento significativo en la película, ya que lo lleva a recordar una comida casera de su infancia y cambiar su actitud hacia
la comida y la crítica culinaria.

El “efecto ratatouille” realmente se re ere al “efecto Proust”, una poderosa experiencia de la memoria evocada por un aroma, sabor, sonido, u otro estímulo sensorial que transporta a una persona de regreso a un momento o lugar en el pasado. Este fenómeno toma su nombre del famoso escritor francés Marcel Proust, quien lo describe en su novela “En busca del tiempo perdido”. En el libro, Proust recuerda con gran detalle cómo, al mojar una magdalena en té, le llega un cúmulo de recuerdos de su infancia. El efecto Proust destaca la profunda conexión entre los sentidos y la memoria, demostrando que ciertos olores, sabores o sonidos pueden desencadenar recuerdos y emociones vívidas. Es un fenómeno que ha sido estudiado en psicología y neurociencia, y se ha utilizado en marketing y publicidad para evocar emociones y asociaciones positivas con productos o marcas.

En la vida real, las personas a menudo experimentamos este fenómeno cuando un sabor o aroma específico nos recuerda a comidas caseras de la infancia, eventos importantes o momentos especiales.

Algunos ejemplos de experiencias memorables gustativas podrían ser, la primera vez que probaste un plato tradicional en un país extranjero ¿lo recuerdas?, una cena de aniversario en un restaurante con estrellas Michelin, ¡wow!, la comida casera de tu abuela, es única, un picnic en un lugar hermoso y especial, nunca se olvidan, una degustación de vinos en una bodega, los aromas son increíbles, o un desayuno sorpresa en la cama, el momento menos esperado, también puede ser en un festival de comida étnica, o una cena temática tipo medieval, ¿lo has vivido?, y creo que el mejor sería un plato de tu infancia, y mejor aún, de mamá, ¿lo tienes en tu mente ahora?, transporta ese momento a tu paladar, ¡wow!.

Esto ha sido utilizado por el marketing gustativo, el cual ha evolucionado y se ha vuelto más disruptivo en los últimos años de varias maneras, entre las que se incluyen:

• Realidad Virtual (RV) y Realidad Aumentada (RA): Las tecnologías de RV y RA permiten a las marcas crear experiencias inmersivas que combinan el gusto con otros estímulos visuales y auditivos. Por ejemplo, algunos restaurantes utilizan la RV para transportar a los comensales a lugares exóticos y que despierten emociones mientras disfrutan de una comida.

• Impresión 3D de alimentos: utilizada para crear alimentos personalizados con formas y sabores únicos.

• Comida funcional y personalizada: ofrecen beneficios para la salud específicos.

•Sabores sorprendentes: combinaciones de sabores inesperadas.

• Experiencias multisensoriales: Más allá del sentido del gusto, las marcas están diseñando experiencias multisensoriales que involucran la vista, el tacto, el olfato y el oído, como la iluminación, música y presentación de alimentos para mejorar la experiencia gastronómica.

• Inteligencia artificial y recomendaciones personalizadas: La IA se utiliza para analizar las preferencias individuales y ofrecer recomendaciones de alimentos y bebidas personalizadas, lo que ayuda a las marcas a satisfacer las necesidades específicas de los consumidores y evocar más el efecto “Proust”.

• Colaboraciones inesperadas: Algunas marcas se asocian con otros sectores, como la moda o la música, para crear experiencias de marketing gustativo auténticas.

El marketing gustativo hoy no conoce límites. Es una auténtica revolución que va más allá de la mera degustación de alimentos y bebidas. Fusiona ingeniosamente la tecnología de vanguardia, la personalización a medida, experiencias multisensoriales de otro nivel y colaboraciones audaces. Su propósito es deslumbrar y cautivar a los consumidores de una manera completamente novedosa y emocionante, llevándolos a un reino de asombro y sensaciones inexploradas.

No importa el tamaño de tu restaurante, cocina, o número de comensales, lo que importa es la huella que dejas en su paladar conectado a su corazón.

“Bon appétit” querido lector.

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