Por: Mario Durán.
Si lo tuyo son las clásicas películas de catástrofes monumentales, estilo “El día de la independencia”, “El día después de mañana” o “Impacto profundo” esta es sin duda tu mejor opción, porque lejos de mostrarnos tramas correctas y creíbles, son principalmente un festín de efectos visuales que con el paso de los años han mejorado y resultan todo un espectáculo que bien vale la pena ver a todo volumen.
Es el turno de “Moonfall” en donde fuerza misteriosa golpea a la Luna fuera de su órbita y la envía en choque directo contra la Tierra a toda velocidad. Unas semanas antes del impacto con el mundo al borde de la aniquilación, la ejecutiva de la NASA y ex astronauta Jo Fowler (Halle Berry) está convencida de tener la clave para salvar nuestro planeta. Pero solo el astronauta Brian Harper (Patrick Wilson) y el teórico conspiranoico KC Houseman (John Bradley) la creen. Estos héroes inverosímiles montarán una misión imposible al espacio, dejando atrás a todos sus seres queridos, para aterrizar en la superficie lunar e intentar salvar a la humanidad, enfrentándose a un misterio de proporciones cósmicas.
No podemos decir mucho de la cinta de Roland Emmerich de la que no sepamos ya a lo que vamos: Tiene buenos actores y muy reconocidos, ofrece su acción de manera rápida desde los primeros minutos, y aún con ello, nos da una introducción breve de lo que será el problema al que se deba enfrentar la humanidad, en especial ese grupo de personajes privilegiados que harán todo lo posible por sobrevivir, salvar a los suyos y de paso a la humanidad.
Si bien al tiempo en que se revelan los motivos y lo que causa que esto esté a punto de ocurrir no sea del todo creíble, su justificación trata de adaptarse, pero vamos, aquí lo importante es pasar buen rato, tener esos clásicos momentos emotivos que ya están muy gastados en este tipo de películas de ciencia ficción, pero que resultan apropiados al momento en que estamos viendo la película.
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