Somos seres sociales. Somos, por naturaleza, seres de celebración. Cualquier ocasión o acontecimiento es motivo de festejo y con el tiempo, esas reuniones han evolucionado tanto como nosotros mismos. Esas reuniones que se han convertido en grandes fiestas, se han llenado de detalles, lujo y experiencias que las hacen únicas y reflejan el estilo o esencia del anfitrión.
Mi nombre es Claudia Morales y quiero contarles un poco de mi trayectoria en el mundo de los eventos y como he crecido y evolucionado junto con ellos.
Estudié la licenciatura de Administración y Mercadotecnia, en la Universidad Panamericana y después, me certifiqué como Wedding and Event Planner a nivel internacional. Desde siempre me ha gustado recibir gente en casa, tener mucha atención al detalle, personalizar los lugares, hacer sentir a todos cómodos y que no sea solo una reunión o una cena, sino que sea toda una experiencia, involucrando los sentidos; por ejemplo, con la intensidad de la luz, distintos aromas, seleccionando los alimentos con el maridaje perfecto y que visualmente todo vaya en armonía.
Dicen que si tu trabajo te apasiona no tendrás que trabajar un solo día de tu vida, siguiendo esa filosofía, para mi fue muy claro saber que quería hacer y cuál era mi camino. De manera profesional, en la rama de eventos y específicamente en bodas, comencé a trabajar a los 22 años con un Wedding Planner súper reconocido en la Ciudad de México. Fue donde la teoría dejó de serlo y se volvió mi examen práctico más exigente. Donde tienes una sola oportunidad para demostrar que el trabajo de meses atrás valió la pena y hacer el día más importante de tus clientes, un día inolvidable, tal y como lo soñaron.
Trabajar con Carlos Guillermo fue mi mejor escuela, sensibilicé mi ojo, aprendí a trabajar bajo presión y con los estándares y expectativas más altos, por parte de él y sus clientes. Ahí fue donde dejé de ver las bodas y los grandes eventos, como simples eventos, se convirtieron en un reto que me hizo pensar fuera de la caja, ser más creativa e innovadora, buscar proponer siempre algo diferente y poner como prioridad al cliente, cuidando su presupuesto y mostrando su estilo en cada detalle del evento.
Hace unos años se me presentó una oportunidad que no pude dejar pasar. Y fue así como llegué a Veracruz a tomar el proyecto del mejor salón de eventos en el Golfo: Hacienda Cielo Tisú. El cambio representaba para mí un reto muy grande, en el que me tocaba pasar a estar del otro lado de la moneda, esta vez como gerente general de una hacienda para eventos. Trabajé en la identidad de la marca hasta lograr posicionarla y darla a conocer en el estado y a la par, fui armando mi equipo de trabajo y pull de proveedores. Lancé mi marca personal como Wedding Planner atendiendo a clientes en la Hacienda y otros estados de la república.
Me motiva mucho ver cómo he crecido en estos años en lo profesional y personal, estoy sumamente agradecida por la oportunidad y la confianza, tanto de mi equipo de trabajo, como de cada uno de mis clientes. Me encanta ver como todo el esfuerzo y trabajo puesto en cada proyecto (boda, aniversario, bautizo, cumpleaños, etc.) ha resultado en grandes amistades y, sobre todo, excelentes recomendaciones.
Todo el tiempo estamos evolucionando y en los eventos encontramos nuevos materiales, colores y elementos, que nos ayudan a enriquecerlos y crear escenarios espectaculares, por lo que es importante adaptarnos y estar abiertos a las nuevas tendencias y retos que se nos presenten.