La actriz de “Aquaman”, Amber Heard, dijo el lunes al jurado en un caso de difamación que solicitó el divorcio de Johnny Depp en 2016 porque le preocupaba no sobrevivir al abuso físico por parte de él.
Al ser interrogada por sus abogados, Heard expresó que dio el paso después de que la estrella de “Piratas del Caribe” le arrojara un teléfono celular que la golpeó en la cara. El incidente le hizo darse cuenta de que el matrimonio se estaba “desmoronando” a pesar de sus intentos de repararlo, dijo.
“Sabía que tenía que dejarlo”, aclaró. “Sabía que no sobreviviría si no lo hacía.
“Tomé la decisión de solicitar el divorcio”, agregó. “Fue difícil porque quería mucho a Johnny”.
A los miembros del jurado se les mostraron fotos de Heard con enrojecimiento e hinchazón en la cara que, según ella, se debió a que la golpeó el teléfono.
En este punto de su matrimonio, “la violencia ahora era normal y no la excepción”, agregó Heard.
La pareja se casó en febrero de 2015 y su divorcio finalizó unos dos años después.
Heard también aseguró que Depp le arrojó el teléfono durante una discusión en mayo de 2016 en un penthouse de Los Ángeles de su propiedad. El episodio es uno de varios que Heard ha descrito en los que dijo que Depp la agredió.
Heard negó haber cortado el dedo de Depp y dijo que solo lo golpeó para defenderse a sí misma oa su hermana.
También negó la acusación de Depp de que había dejado heces en una cama en una de sus casas luego de una pelea en su cumpleaños. Un guardia de seguridad había testificado que Heard le dijo que las heces eran una “horrible broma pesada”.
Heard manifestó que no hizo ninguna broma ese día y agregó que “no estaba de humor para hacer bromas”.
“Acababa de ser atacada en mi 30 cumpleaños por mi esposo, de quien estaba desesperadamente enamorada y sabía que tenía que irme”, dijo.