“Háblame de ti”, es una expresión que algunos entrevistadores pueden utilizar para romper el hielo.
El problema es que no todos los postulantes a un empleo la toman como una oportunidad para destacar lo que consideran más relevante sobre su experiencia laboral y sus habilidades personales.
Para algunos, puede ser una pregunta realmente intimidante cuando no tienen un pequeño guion preparado que les permita convencer al entrevistador de que se ajustan al perfil que la empresa está buscando.
Por eso, aconsejan los expertos, siempre vale la pena tener preparado un breve discurso sobre ti mismo que puede servir para transformar en una oportunidad cualquier pregunta amplia.
Y aunque el desafío es saber qué decir, también hay que saber cómo decirlo.
“Es difícil responder a esta pregunta porque requiere una gran capacidad para resumir nuestra vida y nuestras carreras en pocas oraciones”, le dice a BBC Mundo Melody Wilding, consultora laboral estadounidense
Es especialmente duro para aquellas personas que han desempeñado roles muy diferentes y cuyas habilidades provienen de distintos campos laborales.
Y también es difícil para las personas que no tienen la habilidad de concentrarse en los temas más importantes, dejándose llevar por un mar de pensamientos y recuerdos sin un claro hilo conductor que le dé sentido al relato.
“La gente siente mucha presión por tratar de impresionar al entrevistador con la respuesta y es esa presión la que los pone nerviosos y no les permite pensar claramente”, apunta Wilding.
Cuando un entrevistador hace esa pregunta, agrega, habitualmente está buscando un resumen de tu experiencia y del valor que has generado durante tu carrera.
Es decir, no solo quiere saber qué cargos has ocupado en otras empresas, sino que está interesado en saber qué resultados has conseguido. En pocas palabras, cuáles han sido tus éxitos.
Los 3 pasos
Según Wilding, es recomendable comenzar dando las gracias por la oportunidad que te han dado con la entrevista y agregar que estás muy interesado en trabajar en ese cargo.
El segundo paso es resumir los puntos más altos de tu carrera profesional.
Por ejemplo, “en los últimos cinco años he estado a cargo del desarrollo de proyectos tecnológicos en empresas como X y X, cuya capitalización de mercado es superior a X”.
Ese tipo de frases dan la entrada para describir los logros estando en aquellas posiciones.
“Mientras estuve en tal empresa, diseñé y llevé a la práctica una estrategia que generó ingresos por una cantidad cercana a X en solo X meses”.
En este ejemplo, lo esencial es dejar claro el resultado de tus acciones y no solo describir tus acciones. Pero además, es importante que los resultados sean cuantificables.
No basta con decir que estuviste a cargo de mejorar un proceso. Lo que debes decir es que tu trabajo fue tan efectivo que permitió conseguir un resultado específico.
Terminada la enumeración de los resultados de tus logros, puedes referirte a tus habilidades desde un punto de vista más integral, explicando qué es lo que has aprendido a hacer en tus años de experiencia.
Normalmente los cargos por sí solos no explican necesariamente la importancia de lo que has logrado, ni tampoco muestran qué desafíos lograste superar.
En este punto es importante buscar cómo distinguirse de los otros candidatos.
Al final puedes agregar algo más personal o divertido.
Un cliente, cuenta Wilding, “me dijo al final de la respuesta: ‘Y, bueno, soy el peor guitarrista del mundo’. Esas cosas, en el momento adecuado, pueden funcionar bien”, porque te ayudan a establecer una conexión con el entrevistador y mencionar un par de cosas sobre tus aficiones o tu familia.
“Lo que nunca debes hacer”
“Lo que nunca debes hacer es alargar demasiado la respuesta“, dice Wilding.
El gran desafío, explica, es contar todo lo importante en menos de dos minutos.
Y si tienes habilidades para resumir, agrega, “lo ideal sería hacerlo todo en un minuto”.
Una de las peores maneras de responder a la pregunta “háblame de ti”, es volver al pasado y hacer un recuento cronológico, como “entré a la universidad en el año X, después me cambié de carrera y mi primer trabajo fue…”.
Una respuesta eterna y en orden cronológico es una receta para salir mal de la situación.
“No comiences con el inicio de tu carrera, al contrario, pone el foco en los puntos destacados de lo que has hecho”, señala la consultora.
Además del contenido, es muy importante la forma en que dices las cosas. Wilding señala que el tono de la voz es clave para demostrar confianza y que vale la pena ensayar lo que vas a decir.
“La técnica del puente”
Cuando no sabemos cómo contestar una pregunta, la “técnica del puente” puede resultar muy útil en una entrevista de trabajo.
Básicamente, se trata de girar la conversación hacia otro lado de una manera sutil.
Si te preguntan sobre las montañas, y tú en realidad dominas el tema de los océanos, pues la gracia está en buscar la manera más ingeniosa de establecer una conexión entre dos tópicos que parecen desconectados.
Hacer el bridge (que en inglés significa “puente”) es justamente conectar dos temas para finalmente hablar de lo que tú quieres hablar porque es un área donde te manejas bien.
“Me tomó un tiempo averiguarlo hasta que finalmente lo conseguí”, cuenta Wilding.
El “háblame de ti”, no es la única pregunta que puede resultar desafiante, agrega, sobre todo cuando es formulada al inicio de la conversación.
Otras preguntas para las cuales también es bueno tener preparada algún tipo de respuesta son, por ejemplo, ¿dónde te ves en cinco años más?, ¿qué te hace único?, ¿por qué debería contratarte?, o ¿cuál es tu mayor debilidad?.
A veces, dice la experta, los entrevistadores no están necesariamente buscando una respuesta correcta.
Más bien están tratando de descubrir cuál es tu manera de enfrentarte a algo desconocido y qué tipo de razonamientos eres capaz de hacer para lidiar con algo nuevo.
Si te preguntan “imagina que has conseguido este puesto. ¿Qué harías en los primeros 90 días de tu gestión?”, probablemente no están esperando que tengas un plan detallado de todo lo que vas a implementar.
Pero sí les interesa tu capacidad de análisis y los distintos escenarios que puedes llegar a plantear con la poca información que tienes.
En este tipo de casos, es recomendable citar cómo has resuelto desafíos en el pasado.
Aunque no sea el mismo contexto, te permite mostrar que has sobrepasado obstáculos y que, tal como lo hiciste antes, puedes hacerlo ahora.
Vía: BBC News Mundo