Rosela Abaroa Garrido, Psicóloga Infantil.
El descanso y la desconexión digital son componentes esenciales para mantener una buena salud mental. Bajar el ritmo dentro del entorno en el que vivimos parece, en ocasiones, complicado, pues se invita y se premia a aquellos que son hiperproductivos. Sin embargo, el descanso, más allá de ser un lujo, es una actividad necesaria para mantener una buena salud, ya que es durante este tiempo en el que nuestro cuerpo se restaura, lo aprendido durante el día se consolida en la memoria, se regula el estado de ánimo reduciendo la irritabilidad o los cambios de humor, permite el funcionamiento cognitivo, incluyendo la capacidad de concentración o resolución de problemas y se realiza un proceso de reparación y restauración donde se eliminan toxinas y se reparan los tejidos.
¿Cómo puedo mejorar mi higiene del sueño?
Establece una rutina. Seguir una rutina para dormir ayuda a mandar al cuerpo la señal de que es momento de relajarse. Tu rutina puede incluir hacer los preparativos para el siguiente día, cenar, tomar un baño, hacer una actividad que no implique el uso de pantallas y acostarse.
Cuida tu espacio. Adecua tu espacio para que sea un lugar cómodo para dormir, asegúrate de que, entre la menor cantidad de luz, que la habitación esté a una temperatura agradable y se recomienda que el lugar donde duermes se utilice únicamente para eso. Es común que, con el trabajo remoto, se ocupe la cama para trabajar, procura utilizar una mesa o, si es posible, otra habitación para que no se asocie el trabajo con el lugar asignado al descanso.
Reduce el tiempo de pantallas antes de dormir. Se recomienda que al menos una hora antes de dormir se elimine el uso de pantallas (teléfono, computadora, televisión). La luz que emiten los dispositivos electrónicos le indica a nuestro cerebro que debe estar alerta. Entonces, cuando nos permitimos apagarlos o dejarlos a un lado antes de dormir, le damos la oportunidad a nuestro cuerpo de empezar a desconectarse y prepararse para relajarse.
Conecta con la realidad. El espacio previo a la hora de dormir, es un gran momento para hacer un pequeño repaso de lo que sucedió en el día, agradecer, escribir y/o meditar. Aprovecha este momento en el que dejas a un lado las pantallas y el corre, corre del día, para conectar con el momento presente. Para agradecer las bendiciones que se presentaron durante el día y hacer una actividad que te permita conectar con lo que existe ahora. Cómo leer, meditar, platicar con alguna persona querida o simplemente vivir con consciencia plena la rutina de sueño.
Escucha a tu cuerpo. Es importante reconocer cómo se encuentra tu cuerpo. Desde un enfoque integral, debemos prestar atención a lo que consumimos durante el día y la actividad física que realizamos, pues estos impactan de manera directa en la calidad de descanso y en la energía que tenemos durante el día.
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