Un enfoque integral para el bienestar
Por: Rosela Abaroa Garrido, Psic. Clínica y Organizacional / Foto: Antonio Escamilla.
La salud se define como el bienestar físico, social y mental; usualmente, cuando pensamos en cuidar nuestra salud, únicamente se piensa en lo físico y se deja a un lado esta otra parte que nos acompaña todo el día, “la salud mental”. Todos, en algún momento de nuestra vida, llegamos a presentar algún tipo de malestar psicológico, como angustia, desánimo, ansiedad o cansancio. En otras ocasiones, por diversos factores, se puede llegar a desarrollar un problema clínico.
Por lo tanto, la salud mental es un tema que debe ser de interés para todos, ya que, tiene repercusiones en todos los ámbitos de nuestra vida y en todas sus etapas. Esto afecta el bienestar y calidad de vida de las personas, influye en el desarrollo psicosocial de los niños y tiene efectos negativos en el desempeño de las personas dentro de las empresas, siendo una de las principales causas de incapacidad.
Esta problemática debe ser abordada desde un enfoque interdisciplinario, comenzando por las instancias públicas para garantizar el acceso a servicios de salud pronta y oportuna. A nivel social, nos corresponde a todos facilitar el diálogo, eliminar el estigma y la discriminación hacia las personas que viven con alguna condición mental, y crear espacios que fomenten el cuidado de la salud. De manera individual, debemos realizar acciones preventivas, tratar con amabilidad e inclusión a las personas que han sido diagnosticadas con un trastorno y atender a los propios síntomas, con la misma importancia que lo haríamos cuando tenemos un malestar físico.
Si lo vemos desde el ámbito de la prevención, la salud mental es sinónimo de resiliencia. Una persona con salud mental cuenta con las herramientas y estrategias para sobrellevar las adversidades de la vida. Esto no significa que nunca va a estar triste, que no se va a enojar o que todo obstáculo será muy fácil de superar: No. Más bien, cuando las adversidades de la vida se presenten, estarás preparado para buscar alternativas para regular y gestionar tus emociones, buscarás vínculos sociales sanos que favorezcan esa transición y sabrás relacionarte contigo mismo y con otros, de manera respetuosa y compasiva.
Te dejo 5 cosas prácticas que puedes hacer para cuidar tu salud mental:
1. Mantén comunicación con las personas que amas.
2. Cuida tus hábitos de sueño.
3. Realiza actividades que te gusten, desde leer un libro o practicar deportes, hasta ver una película o tomar tu café en tu taza preferida.
4. Practica la gratitud e intenta mantenerte en el momento presente.
5. Elimina de tu vida sustancias dañinas.
Y no olvides que, cuando sientas que la situación te sobrepasa, no dudes en acercarte a un profesional de la salud mental.
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