Mirko Oleg, El Retratista 

Han sido 14 años como profesión, aunque se podría decir que 24 años. Pues de niño, cuando iba todavía en la primaría en Monterrey, tuve mi primera cámara de rollo, le tomaba fotos a compañeros y maestros y se las vendía. Pasaba el tiempo y no sabía que a esto me dedicaría, en la secundaria yo quería ser arquitecto, pero siempre hubo una cámara en mis manos y el destino me fue llevando. He retratado a líderes internacionales, políticos de gran trayectoria e historia, artistas, empresarios, personas de diferentes profesiones, etc. Me ha tocado hacer casi todo tipo de fotografía: comercial, política, editorial, corporativa. Tanto local, nacional e internacional. He ganado un par de premios en fotografía de manera local y estatal. También he hecho fotografía para varias portadas de revistas y retratado a diferentes candidatos políticos en varios estados.

¿Qué representa para ti la fotografía?

Yo soy la fotografía, y no lo digo en un sentido de ego, sino de identidad en lo personal. Yo no sería lo que soy, lo que pienso y siento, si no fuera por ella. La fotografía más allá de darme una forma de vivir, le ha dado la esencia a mi ser. Gracias a ella he conocido y aprendido de grandes personas, acercarme a diferentes mundos, ver la vida y comprenderla desde muchos ángulos.

¿Cómo te inspiras al momento de capturar una foto?

Me dejo llevar por el momento, por lo que está frente a mi. No solo se trata de ver, sino de escuchar, de sentir para transmitir. Y así, tratar de capturar la esencia de ese momento y darle mayor significado a esa fotografía, trascender con cada instante.

¿Cuál es tu experiencia en bodas?

Han sido ya muchas, entre 200 y 300. Bodas con diversas temáticas. Desde una boda petite de ocho invitados, en San Miguel de Allende; hasta mil invitados en el WTC. Hago bodas destino en todo México y fuera del país.

¿Has tenido algún momento emotivo en tu trayectoria como fotógrafo?

Si, en lo personal, el haber tomado fotos de mi primer hijo al nacer y retratar diferentes momentos de mis tres hijos, Oleg, André y Farid. Y en tema de bodas, podría brevemente mencionar dos. De mis momentos emotivos favoritos, es cuando las parejas están frente a frente en su vals, ver esa emoción en sus miradas y cuando los papás están ayudando a arreglar a sus hijos, esas miradas sobre los novios, como si fueran todavía sus niños. Son momentos que te llenan de emoción.

¿Qué tipo de eventos prefieres fotografiar y por qué?

Todos los diferentes tipos de fotografía los disfruto y me encantan, pero lo que más me emociona son las bodas. Uno como fotógrafo; al igual que los videógrafos, está en la mayoría de los momentos de los novios como ningún otro proveedor, familiar o amigo. Vivimos las emociones a flor de piel. Para mí, es como ver una película romántica, se identifica y emociona uno con ellos, todo es natural, todo es real, uno solo encuadra el momento para contar la historia.

¿Quienes han sido tu mayor inspiración?

Me sería imposible decir solo una persona. Por mencionar algunos, a Xane Torres, la mamá de mis hijos. Personaje de la historia, el gran maestro Leonardo Da Vinci. Amigos, Walter Sánchez quien ha sido mi mentor en los negocios y vida. Arturo Muñiz y Daniel Padilla quienes son mis hermanos del alma. Pero sobre todo, la persona que más admiro, es a la señora Rosalba, mi madre. Quien me ha enseñado que ante toda adversidad puedes seguir adelante sin dejar de soñar y sonreír. Que nunca se debe perder la esencia de quién eres y vivir con pasión lo que haces. Ella es la persona que más me inspira y a quien más admiro.

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