Dra. Ariana Bernal Zamora
CÉDULA 4363833 / CEDULA PEDIATRÍA 6277310 / CÉDULA NEONATOLOGÍA 6880575
El Día Mundial del Prematuro, se celebra cada año el 17 de noviembre, fecha en la que se busca crear conciencia sobre lo que representa el nacimiento de un bebé prematuro, los desafíos que enfrentan los bebés y sus familias; así como, para demostrar solidaridad y compasión hacia estas familias.
El tema global del Día Mundial del Prematuro 2024 es: “Pequeñas acciones con gran impacto: Cuidado inmediato, piel con piel, para todos los bebés en todas partes”.
Los bebés prematuros son aquellos que nacen antes de las 37 semanas de gestación. Se clasifican según edad gestacional en1:
– Prematuro extremo (menor de 28 semanas).
– Muy prematuro (de 28 a 31.6 semanas).
– Moderadamente prematuro (32-36.6).
– Prematuro tardío (34-36.6)1.
La clasificación por el peso al nacer es la siguiente1:
– Bajo peso al nacer (menor de 2.500gr)
– Muy bajo peso al nacer (menor 1.500gr)
– Extremadamente bajo peso al nacer (menor a 1.000gr).
Los factores de riesgo para presentar un parto prematuro son: Embarazo múltiple, preeclampsia, hipertensión arterial, sobrepeso, obesidad, alteraciones en el cuello uterino, edad materna avanzada, embarazo en adolescentes y violencia familiar.
A nivel mundial, la prematuridad es la primera causa de mortalidad en niños menores de 5 años2. Los avances tecnológicos han permitido una mayor sobrevivencia, sin embargo, el riesgo de muerte y complicaciones sigue siendo muy elevado; sobre todo, en los recién nacidos extremadamente prematuros y los de extremado bajo peso. Según la Organización Mundial de la Salud, cada año nacen quince millones de bebés prematuros, de los cuales, aproximadamente un millón mueren antes de cumplir un año3. Muchos de los bebés que sobreviven sufren algún tipo de discapacidad, como retraso cognitivo, pérdida de visión, pérdida de audición, parálisis cerebral y algunas enfermedades como displasia broncopulmonar y retinopatía del prematuro. Es importante realizar intervenciones oportunas que nos permitan reducir el riesgo de un parto prematuro.
En 2022, la OMS publicó unas nuevas recomendaciones sobre los cuidados de los lactantes prematuros que pueden reducir significativamente la mortalidad en estos bebés, incluyen el método de la madre canguro inmediatamente después del nacimiento, el inicio de la lactancia materna al nacimiento, el uso de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) y la administración de medicamentos como la cafeína, para tratar problemas respiratorios.
Según la European Foundation for the Care of Newborn Infants, el cuidado centrado en el desarrollo del niño y en la familia, incluye el cuidado del recién nacido, incorporando las teorías de neurodesarrollo, neurocomportamiento, interacción entre padres e hijos, participación de los padres, promoción de la lactancia materna y cambios en los sistemas hospitalarios4.
La madre es el principal elemento regulador del recién nacido, por lo que el contacto físico y emocional es el pilar fundamental para la implementación de los Cuidados Centrados en el Desarrollo y de la familia; de los elementos que integran estos cuidados, la práctica llamada “madre canguro” es el más estudiada y se sabe que aporta beneficios en el vínculo, la producción de leche materna, el crecimiento y la disminución de la depresión materna; pero, sobre todo, tiene un papel neuroprotector. Se han identificado como medidas neuroprotectoras la prevención del dolor y el cuidado madre canguro5.
La participación de los padres, entre otras cosas, ha mostrado que reduce la estancia en la unidad especial en el hospital para bebés prematuros (UCIN), aumenta la frecuencia de lactancia materna, mejora la ganancia ponderal, reduce la duración del aporte de oxígeno, mejora el manejo del dolor y reduce la ansiedad en los padres y la depresión materna; por lo que, actualmente, se realizan estudios y seguimiento de niños con el cuidado “madre canguro” inmediato, que se define como el cuidado canguro inmediatamente después del nacimiento y que se mantiene durante las primeras horas de vida. Hay un tiempo para estabilización del niño con CPAP y posteriormente, madre y niño se trasladan juntos a la Unidad de Cuidados Neonatales. En países en vías de desarrollo esta estrategia ha demostrado que disminuye la mortalidad y la hipotermia en recién nacidos, mayores de 30 semanas y de 1.200 gramos de peso6. Y el “Couplet Care” que supone cero separación a lo largo del ingreso. Si el recién nacido presenta patología no muy grave se atienden en la zona de puerperio o transición y si el recién nacido presenta patología grave, madre y niño van a la UCIN7.
Creemos conciencia en este día, sobre la necesidad de tener mejores oportunidades de atención médica, fomentar la investigación y reforzar los métodos de prevención.
IG: @dra.ariana_bernal
Agenda tu cita (229) 550 15 05
1. Sociedad Española de Neonatología. Protocolos 2023. https://www.seneo.es/index.php/publicaciones/protocolos-de-la-seneo-2023 2. Perin J, Mulick A, Yeung D, et al. Global, regional, and national causes of under-5 mortality in 2000-19: an updated systematic analysis with implications for the Sustainable Development Goals. Lancet Child Adolesc Health 2022; 6(2): 106-115.
3. Ohuma E, Moller A-B, Bradley E, et al. National, regional, and worldwide estimates of preterm birth in 2020, with trends from 2010: a systematic analysis. Lancet. 2023;402(10409):1261-1271. 4. EFCNI, Pallas-Alonso C, Westrup B et al., European Standards of care for Newborn Healthth: Parental Involvement. 2018. 5. WHO Immediate KMC Study Group, Immediate “Kangaroo Mother Care” and Survival of Infants with Low Birth Weight . N Engl J Med 2021;384:2028-2038.
6. Soni R, Tscherning Wel-WelC, Robertson NJ. Neuroscience meets nurture:challenges of prematurity and the critical role of family-centred and developmental care as a key part of the neuroprotection care bundle. Arch Dis Child Fetal Neonatal Ed 2022;107:242-249 7.Klemmings, LilliesköldS, Westrup B. Mother-Newborn Couplet Care from the theory to practice to ensure zero separation for all newborns. Act Paediatrs 2021;110:2951-2957