Por:

¿Has visto alguna vez la vida perfecta en las redes sociales o en la televisión? Una vida que te hace pensar: “Vaya, esta persona lo tiene todo controlado y está tan segura de sí misma y posee una gran autoestima: ¡ojalá pudiera ser así!”, podría tratarse de la falsa autoestima.

El viejo dicho sigue siendo válido hoy en día: no todo lo que brilla es oro. Vivimos en una época en la que cualquiera puede aparentar que está viviendo su mejor vida, aplicando filtros a sus fotos y publicando instantáneas cuidadosamente seleccionadas.

Aquellos que parecen tenerlo todo controlado pueden estar sufriendo una “falsa autoestima”, que se deriva en parte de sentir que deben mantener constantemente su imagen.

Espera, ¿se puede tener una autoestima engañosa?

Es fácil asumir que cualquier persona con un gran número de seguidores en Instagram o una aparición en un popular reality show lo tiene todo, pero en muchos casos, esas personas simplemente fingen su felicidad.

En cambio, quienes realmente tienen una alta autoestima, no siempre sienten la necesidad de presumir de ella.

Así que la respuesta es sí: se puede tener una falsa autoestima, al igual que puedes fingir que tienes un deportivo tomándote una foto junto a un Ferrari estacionado en la calle.

Pero, ¿qué es esto?

La autoestima tiene que ver con tus sentimientos sobre ti mismo, tus capacidades y tu valía personal.

No se trata de ser perfecto ni de sentirse bien con uno mismo todo el tiempo. De hecho, las personas con una alta autoestima pueden sentirse nerviosas o incómodas a veces, pero confían en que pueden hacer frente a cualquier cosa que se les presente.

Quienes tienen baja autoestima tienden a sentirse mal consigo mismas la mayor parte del tiempo, incluso cuando les va bien.

Ahora, la falsa autoestima ocurre cuando la estima personal se basa en factores externos, como lo guapa, adinerada o popular que es una persona, cuántos seguidores tiene en redes sociales, etc. Si estos factores cambian, también lo hace la sensación de confianza, y entonces queda en evidencia que nunca hubo autoestima real.

¿Cómo se puede saber si alguien se engaña a sí mismo?

He aquí una pregunta: Si no tuvieras posesiones, dinero, popularidad, prestigio, etc., ¿qué opinión tendrías de ti mismo?

Muchas personas dirán que, sin sus cosas, tendrían una opinión más pobre de sí mismas. Pero así funciona la falsa autoestima: hace que valores tus cosas por encima de lo que eres como persona.

La verdadera autoestima no relaciona tu valor con lo que posees, sino con quién eres como persona, independientemente del dinero que ganes o del auto que conduzcas.

¿Cómo pasar de la falsa autoestima a la verdadera autoestima?

La baja autoestima puede provocar una amplia gama de comportamientos poco saludables, desde evitar situaciones sociales hasta abusar de las drogas. Aunque alguien pueda parecer que está bien por fuera, los problemas de autoestima pueden ser muy graves.

Así que, digamos que tienes una falsa autoestima y quieres cambiar. ¿Qué puedes hacer al respecto?

  • Lo primero es lo primero: Deja de juzgar. Una persona con verdadera autoestima no necesita juzgarse a sí misma ni a los demás para sentirse bien consigo misma. De manera que, si te encuentras comparándote con los demás o juzgándolos duramente, tómate un minuto para revisar tu ego.
  • Evalúa de dónde procede tu autoestima actual. ¿Qué es lo que te hace sentirte bien contigo mismo? ¿Es el dinero que ganas? ¿Es la cantidad de gente que te felicita por tu aspecto? ¿O es el número de amigos que tienes? Si tienes problemas para averiguar el origen de tu falsa autoestima, intenta escribir un diario o hablar con alguien de confianza para que te ayude a identificar la causa.
  • Piensa en los talentos y habilidades que ya tienes. Puede ser cualquier cosa, desde ser capaz de mantener la calma cuando todos los demás pierden la suya hasta tener un buen ojo para el diseño de interiores.

Una vez que hayas identificado tus puntos fuertes y débiles, empieza a trabajar en esos objetivos. Si no estás seguro de por dónde empezar, encuentra un mentor que tenga verdadera autoestima (un amigo, un familiar o un coach) y pídele consejo.

Te ayudará a descubrir lo que funciona y lo que no.

La verdadera autoestima viene de dentro

Incluso si alguien parece tenerlo todo junto en las redes sociales, no hay forma de saber cómo es realmente su vida fuera de la pantalla. Tal vez esté luchando contra la depresión, esté lidiando con una pérdida o su casa se está desmoronando entre bastidores.

Quédate con esta reflexión: las personas que parecen tenerlo todo, no lo tienen. Haznos caso: ¡nadie lo tiene! Pero lo que es aún más importante: nadie lo necesita, ¡ni siquiera tú!

Eres suficiente, con las habilidades y talentos que posees. Eres lo suficientemente inteligente, atractivo, amable… lo que sea que quieras ser, ya lo eres.

 

Vía: https://blog.elartedesabervivir.com/